Restricciones para el 2020


Restricciones para el 2020

Restricciones para el 2020

Martín Redrado
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Argentina enfrenta tres restricciones para proyectar el desarrollo de nuestra economía. Conozcamos cuáles son.

En primer lugar, todas las “alcancías” del sector público están exhaustas. Más aún, en este último período se agotó el crédito internacional.

En segundo término, la exposición de u$s 57.000 millones con el Fondo Monetario Internacional obliga a plantear una nueva etapa en la relación con la institución. En este sentido, será necesario ingresar en un acuerdo de facilidad ampliada (Extended Fund Facilities o EFF, por sus siglas en inglés), que implica tener una relación financiera de largo plazo con el organismo multilateral.

Tercero, el gobierno que emerja de las elecciones de octubre o noviembre, será minoría, es decir, estará obligado a negociar cualquier iniciativa legal que desee llevar adelante.

Los escenarios económicos hacia delante muestran la necesidad de volver a una senda de crecimiento. Sin expansión económica, los objetivos por delante parecen difíciles de alcanzar. En 2020, será preciso retornar a los mercados internacionales de capitales para financiar los u$s 20.000 millones que se necesitan, cualquiera sea el signo político del próximo gobierno. En efecto, los vencimientos netos del sector público rondan los u$s 28.000 millones, con fuentes de financiamiento en torno a los u$s 9.700 millones.

Si bien no se trata de una situación holgada, estamos en presencia de un problema manejable, pero que se precisa saber manejarlo. Para lograrlo, nuestro país necesitará poner en marcha un plan de estabilización y crecimiento. Para ello, se requiere invertir, innovar y exportar.

En este sentido, será importante generar las condiciones que permitan incrementar la inversión (nacional y extranjera) en bienes y servicios transables y en infraestructura; así como favorecer conductas innovadoras en sectores diversos, aprovechando capacidades existentes y propiciando una creciente interacción entre la llamada economía del conocimiento y el resto de las actividades tradicionales.

Asimismo, será preciso una mayor inversión en I + D pública y privada, la formación de recursos humanos para la innovación, el desarrollo de clusters tecnológicos, poder contar con financiamiento específico y una mejor articulación entre el sector productivo y el sistema científico-tecnológico.

Además, optimizar el desempeño logístico debe formar parte de la agenda de mejora de la competitividad. Por otro lado, es clave para transitar un sendero con mayor sesgo exportador (e importador) avanzar en la simplificación normativa y tributaria, en la remoción de obstáculos internos y enfrentar los desafíos de un mundo turbulento. En este contexto, el MERCOSUR exige definiciones para que resulte un instrumento más activo de la inserción internacional del país.

En definitiva, invertir, innovar y exportar deben ser las bases de un programa de desarrollo sustentable.


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