CLIENTES FELICES: entrevista a Farmacia San Jorge

Conversamos con Lucas López Verrilli, de Farmacia San Jorge, ubicada en la localidad de Junín. Recorrimos junto a él la historia, presente y futuro de un comercio que arrancó casi como “una locura familiar” y hoy ya tiene 12 años de servicio. ¡Disfrutá de nuestra farmacia destacada del mes!

1) Lucas, ¿cuáles son los orígenes de la farmacia?

Yo jugué en las inferiores de Sarmiento de Junín, hasta que cumplí 18. Ahí llegó el momento de decidir: ¿seguir con el fútbol o ponerme a estudiar? Como mi papá y mamá son bioquímicos, me incliné por el estudio. Me fui a estudiar a San Luis y a los 23 años me recibí de farmacéutico. Creo que hoy con 37 años puedo decir que elegí bien, no era tan bueno en el fútbol [risas].

Farmacia San Jorge pertenecía a mis tíos y yo paralelamente era empleado en otra farmacia de ellos. En un acto de locura adolescente, un día le dije “te compro la farmacia” y en otro acto de mayor locura aún mayor… ¡mi tío me la vendió! Tenía apenas 24 años.

2) ¿Cuál es la importancia de las alianzas estratégicas para cumplir con el rol social que tienen las farmacias?

Yo empecé trabajando totalmente solo: atención, papeleo y compras. Trabajar con Suizo Argentina me hizo sentir apoyado. Me guiaron con los resúmenes, me enseñaron lo que era una nota de crédito y cuando me mandaba alguna “macana” por mi inexperiencia, rápidamente buscaban la manera de resolverlo. Hoy ya todo está aceitado, pero en su momento fue muy importante el apoyo y la confianza.

Además, al ser una ciudad chica, excede el trato comercial y comienza a construirse una relación personal. Te cruzás en la calle, conoces a la familia, nos saludamos para los cumpleaños… eso ayuda muchísimo.

3) ¿Cómo es trabajar en el marco de una pandemia? ¿Qué hábitos tuvieron que cambiar?

Lo principal era tratar de estar tranquilos nosotros para poder demostrarle seguridad a los pacientes. Lo primero que hice fue armar un protocolo, tanto para seguridad nuestra, como la de los vecinos que venían a la farmacia.  

Al principio, atendíamos solamente por ventanilla de turno. Después limitamos la capacidad en el salón a 3 personas y pusimos a disposición de todos alcohol en gel. Nosotros trabajamos con mascarilla y barbijo, y desinfectamos el local dos veces por día. La farmacia se convirtió en un lugar de contención de los pacientes.

La tecnología también fue muy importante. Las recetas virtuales nos evitaron la manipulación de objetos. Y desde el punto de vista comercial, la Expo Virtual que realizó Suizo Argentina, también nos ayudó mucho en este difícil momento para conseguir ofertas exclusivas sin movernos de la farmacia.

3) ¿Alguna anécdota graciosa en estos años de servicio?

Un día entró una paciente muy acelerada a la farmacia. Nos miró y nos dijo: “¡vengo a buscar a Maradona!”. Nosotros no entendíamos nada. La señora estaba muy segura de que venía a buscar a Maradona. A mi se me ocurrió decirle “disculpe, pero no juega acá”.

Después de varios minutos, pudimos descifrar que lo que en realidad quería la paciente era la droga amiodarona.

Esa fue una de las anécdotas más graciosas y siempre la recordamos como el día que Maradona vino a Farmacia San Jorge.

4) ¿Qué es lo más gratificante que tiene trabajar en una farmacia?

Son muchas cosas. El contacto con la gente, brindarles seguridad, que nos tengan confianza. Es muy importante para nosotros fidelizar al paciente y que vuelva a la farmacia por la relación unipersonal que podemos brindarle. Y eso se ve reflejado en muchos actos: nos traen regalos, nos mandan saludos por los cumpleaños y muchas cosas más. El valor humano es lo que le da el plus a la profesión.

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