Este día se instaura en 1988 para dar a conocer los avances contra esta pandemia. Su prevención, detección temprana y acceso a tratamiento son fundamentales para lograr detener la transmisión del virus en los próximos años.

En honor al nacimiento del descubridor del mosquito trasmisor de la fiebre amarilla, el Día del Médico se celebra en nuestro país y en varias naciones del continente. La fecha destaca la labor de estos profesionales, quienes mantienen y recuperan la salud de sus pacientes mediante el estudio, diagnóstico y tratamiento oportuno.

La ONU decreta esta fecha para reflexionar sobre “la minoría más amplia del mundo”, quienes suelen tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación, tasas de pobreza más altas, discriminación social y falta de legislación adecuada. Concientizamos en este día la importancia de una sociedad más inclusiva, en donde la accesibilidad de las personas con discapacidad sea un derecho.

Cada día miles de personas se ofrecen como voluntarios para contribuir a la paz y el desarrollo sostenible. Destacamos en esta fecha la cohesión social y la confianza que consolidan los voluntarios al promover acciones individuales y colectivas, lo que conlleva efectos sostenibles para las personas.

En concordancia con la festividad católica de Santa Lucía (protectora de la visión), en Argentina se conmemora la labor diaria de los ópticos, quienes de la mano de los oftalmólogos confeccionan lo que éste último indica para perfeccionar nuestra vista.

La fecha pone de manifiesto la situación de los afectados por esta enfermedad crónica neurodegenerativa. Está presente en todo el mundo y es una de las más comunes entre la población de 20 a 30 años. No se puede pronosticar, varía mucho de una persona a otra, no es contagiosa, ni hereditaria, ni mortal. Se da con más frecuencia en mujeres que en hombres y hasta ahora no se conoce su causa ni su cura.